En 'I Thought I Heard You Speak: Women at Factory Records', Audrey Golden se aleja de la narrativa canónica de Factory Records para abrir un espacio donde las voces femeninas reescriben la historia del sello discográfico. Con el testimonio oral como herramienta central, el libro desmonta la mitificación masculina de la escena de Manchester y coloca en primer plano a las mujeres que sostuvieron, diseñaron y contribuyeron a la identidad de Factory más allá de su papel de "actrices secundarias".
La historia del sello ha sido contada una y otra vez con las mismas figuras al frente: Tony Wilson, Rob Gretton, Peter Saville. Sin embargo, como señala Bev Bytheway: “¿Dónde están las mujeres en la historia de The Haçienda y Factory Records? Siempre ha sido un problema. [...] La historia nunca cambia. Son los mismos personajes principales cada vez. Son siempre las mismas voces y solo perpetúan los mitos entre ellos”. Golden responde a esta inquietud recuperando el trabajo y las experiencias de las mujeres que participaron en Factory desde distintos frentes, desde la producción musical hasta el diseño y la arquitectura.
El libro desmantela la idea de Factory como un espacio exclusivamente masculino y visibiliza el papel de mujeres como Sandra Douglas, quien co-diseñó The Haçienda y dejó su huella en la infraestructura del sello; Chris Mathan y Karen Jackson, que fueron claves en el diseño visual que caracterizó a Factory; o Rowetta, quien formó parte de Happy Mondays. No obstante, sus contribuciones han sido invisibilizadas en el relato oficial. “Hay mucha mitología, mucha creación de mitos en Manchester sobre Factory y Tony Wilson y todo eso, mucha de ella creada por él”, se menciona en el libro. Si bien Factory impulsó una estética vanguardista y una discografía influyente, también consolidó un relato donde los hombres se erigieron como protagonistas absolutos.
Golden también aborda cómo la mitificación de Factory se vio reforzada por la narrativa que los propios hombres construyeron sobre sí mismos. Como se menciona en el libro, los hombres han tenido mayor libertad para autoconstruirse dentro de la memoria colectiva, mientras que las mujeres han sido relegadas a un papel invisible. Sin embargo, la presencia de las trabajadoras, creativas y artistas de Factory fue determinante: “Nosotras, las mujeres en Factory y The Haçienda, realmente lo mantuvimos unido”, afirma Alison Agboola.
A través de una reconstrucción coral, 'I Thought I Heard You Speak' se convierte en un ejercicio de reescritura que desafía la historia oficial y permite resignificar el legado de Factory Records. En lugar de ser una historia estática y repetida, el libro la transforma en un testimonio vivo donde la memoria femenina rompe el silencio, evidenciando su papel clave en uno de los sellos más influyentes de la música británica.
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