Durante el Primer Encuentro de Cantautoras en Aguascalientes, Brenda Pachuli Ramos me envío un vídeo que inmediatamente capturó mi atención y derivó en una serie de notas de voz para explicarme el nacimiento de la primera batucada de este tipo en el estado, que se suma a una larga tradición de ensambles en México cuyas acciones se potencian en fechas determinadas en el calendario feminista.
Marea Sónica comenzó a gestarse en julio de 2022, impulsada por la inquietud de una colectiva preocupada por las denuncias que publicaban y que buscaban respuesta en nuevas formas de activismo. Pachuli, quien también es parte de la Aquelarre Vindicación del Ocio, explicó que, tras tres meses de planificación y reuniones, el grupo tuvo la fortuna de recibir a una trompetista profesional de Veracruz, cuya llegada fue clave para la formación de la batucada. Este encuentro fortuito permitió que el grupo comenzara a trabajar formalmente en octubre de 2022, con la meta de debutar en la marcha del 8 de marzo de 2023.
En su debut #8M, Marea Sónica contaba con entre 14 y 17 integrantes, aunque este número fluctuó debido a las circunstancias personales de las participantes. En marzo de 2023, presentaron un proyecto para atraer a más compañeras y financiar la compra de tambores. Esto permitió que el grupo creciera a 34 integrantes para la siguiente marcha del 8 de marzo del 2024.
El grupo utiliza tambores hechos de cubetas de aluminio y plástico para crear diferentes tonalidades y ritmos. Durante los últimos nueve meses, han trabajado en un proyecto que incluye la convocatoria de nuevas integrantes y la composición de dos canciones originales. La primera canción se basa en la música de "El Pescador", mientras que la segunda se inspiró en "La Perla". Esta última fue grabada durante un proceso que incluyó clases de canto y varias sesiones de grabación.
Además del trabajo musical, Marea Sónica ha participado en talleres de danza y ha producido podcasts en colaboración con colectivos de otros países. Brenda Pachuli Ramos destacó la importancia de estos procesos para el fortalecimiento y el crecimiento del grupo, tanto a nivel personal como colectivo. La experiencia de cantar ha sido un desafío significativo para las integrantes, ya que les resulta difícil escucharse a sí mismas sobre el sonido de los tambores. Sin embargo, han decidido limitar el uso de tambores en ciertas presentaciones para asegurarse de que sus voces sean audibles, especialmente en encuentros de cantautoras.
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