Ponencia presentada en el II Encuentro Internacional de Hip-Hop el 14 de febrero de 2023 en la mesa Conexiones entre género, el hip-hop y la música.
• El pulso de la realidad mexicana a partir de las canciones registradas en el #MapaDeMúsicasMexicanas. Los actos que, con la narrativa de mujeres al frente y al centro, utilizan la furia validada por el género para canalizar el activismo por los derechos de las mujeres en México.
Cuando la novelista Kathy Acker le recomendó a Kathleen Hanna dejar los eventos de spoken word y formar una banda para ser escuchada, poco sabía sobre el inmenso cambio que las mujeres realizarían en la misma décadade los 90 bajo el concepto feminismo hip-hop, apropiándose de la palabra tal como lo hizo la poeta afroamericana Jayne Cortez (1936-2012) con la poesía vinculada al jazz, blues y la protesta social.
Como poeta política que nos pone en una ruta que no nos conecta directamente con Cindy Campbell, pero nos acerca más a un disco que cumple 25 años en el 2023, "The Miseducation of Lauryn Hill", la voz consciente de Lauryn Hill en un movimiento dentro de un género que nace enojado y que valida la digna rabia, alienta la autenticidad a través del discurso y se afirma con sus referencias.
Empiezo desde la poesía y su enlace con el rap porque es un comentario constante en las entrevistas, la época en que empezaron a escribir, algunas ridiculizadas por expresarse. Ahí es donde encontré a una escena que para la mayoría de la industria le parece inconstante, pero que al desarrollar el proyecto de investigación que sustenta el Mapa de Músicas Mexicanas, la realidad demuestra que las medimos con parámetros incorrectos y queremos encontrarlas en los espacios equivocados.
A finales del 2020 inicié un proyecto para nombrar a las mujeres y disidencias en escenas donde se les invisibilizaba, lo primero que descubrí al realizar el Mapa de Músicas Mexicanas fue que estaba registrando a muchas músicas en la escena electrónica experimental y una serie de voces que estaban capturando el pulso de la realidad de las mujeres en nuestro país de una manera que en otros géneros musicales no sería posible, como dice Mare Advertencia, este género es el lugar ideal para hablar de realidades con enojo sin la represión de los mandatos de género.
Minoría en las representaciones comerciales del hip-hop, donde las mujeres suelen ser mostradas en roles secundarios como animadoras, espectadoras o fragmentos de cuerpos en lugar de productoras y participantes activas, la periferia donde se desarrollan estas voces resuena a través de una frase de Sara Marte: “Los torneos de freestyle son torneos patriarcales. Lo de hoy son los círculos de rap”... y esos tienen lugar en espacios donde la poesía crece en el espacio público pero surge como narrativa en el primer territorio (el cuerpo), el espacio privado y la calle como una extensión abordada y observada desde la diferencia. La calle, la noche y el espacio público ocupado por los hombres que se exhibe en el rap contiene acciones, principalmente de dominio. Para las mujeres es un territorio en proceso de apropiación.
A partir del rap podemos encontrar diferencias, desde la exclusión e invisiilización en el pasado, presente e incluso el futuro, como vimos en una conversación en FIMPRO 2022. Pero al ponernos al centro, encontramos el desarrollo de la voz en proyectos como Las Hijas del Rap, las Hijas del Verso, Mujeres Trabajando y Rapquimia, analizamos la representación de la mujer en canciones realizadas por hombres y las realizadas por mujeres, la diferencia entre objeto de violencia y sujeta de discurso.
- "Calladas nunca más, llegó nuestro momento”
Niña Dioz, Kamikaze
Observando a los más de 50 actos registrados en el Mapa de Músicas Mexicanas, los que no compiten y se unen con los cuatro elementos, tal como se describen en “Nosotras en el hip-hop” las integrantes de Batallones Femeninos, descubrimos una narrativa que activa la conciencia, conecta a través de la narrativa con el poder para apropiarse del cuerpo y renovar a un movimiento con la conquista del espacio público, donde se encienden los micrófonos para apagar las violencias y se propicia la colaboración a través del mensaje.
Conocer el recorrido histórico de la mujer en la música, nos permite comprender su situación dentro de la industria y al analizar las canciones, nos permite descubrir más allá de la tendencia, los diversos movimientos que van más allá de la música. Hace unos meses el INEGI compartía prácticas de consumo en México, el hip-hop era el menos escuchado por las mujeres, sin embargo tendríamos que preguntar ¿dónde se consume? Esa podría ser una gran diferencia.
Sabemos que el rap que ha evolucionado con el feminismo (incluso el de las que no representan o se ven representadas), no es un producto para la cultura de masas y las listas editoriales, pero propicia desde los espacios invisibilizados en los medios especializados y localizados por servicios de streaming, la introducción de contenidos más favorecedores para la mujer. El feminismo ha influido en el contenido, el mensaje del rap y otros géneros, por eso estamos encontrando tantas colaboraciones, el pop descubre su validación en la rima colaborativa y el folk fusión crece desde su plano contestatario hacia la furia que no se canta, mientras que el metal se sostiene con las frases contundentes.
Dayra Fyah habla de reflejos en 'De la vida aliadas', la experiencia individual que es colectiva en la música sirve de reflejo de una sociedad en un momento concreto con características singulares. No se leen, pero se escucha la digna rebeldía, donde aprendemos a juzgar a la sociedad por sus ruidos, por su arte, por quienes lo realizan, desde donde lo realizan y las palabras que utilizan, no es gratuito que autodefensa y sanación se repitan constantemente.
Del rap consciente al feminista en varias décadas, en México es un movimiento dentro del género, abanderado por mujeres que pretenden cambiar la dinámica de estos estilos. Hasta hace algunos años, la autoría era mayoritariamente de hombres y el mensaje era diferente, ahora están apareciendo nuevos mensajes porque hay más mujeres. El rap que se conocía masculino y devaluaba lo femenino, construyó los aspectos de oposición usando el género como perspectiva de análisis y creación simbólica, en muchas raperas mexicanas encontramos un entramado de experiencias de vida, la invitación a llevar al crew al nivel comunidad, articulando luchas que rompen, descolonizan y curan.
Si desde su inicio el rap se trató de romper el silencio, tiene mucho sentido que exista con tanta fuerza entre las mexicanas, válida el reconocimiento y apropiación de saberes que se asocian con una profunda raíz cultural marginada e imaginada, el género se resignifica por la anterior exclusión por razones de género, revalorizando quiénes son y cómo transforman sus prácticas con la narrativa de mujeres al frente y al centro, lo utilizan para canalizar el activismo por los derechos de las mujeres en México.
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