El nuevo material es parte de un proceso que comenzó en el 2005 “resultado de hacer el OST para Sin Título, una puesta en escena dancística de la coreógrafa y bailarina Pilar Gallegos, produje varias canciones, de las cuales solo cinco quedaron en la pieza y decidí hacer a la par un disco Seelen, incluyendo algunas del OST y las canciones que quedaron fuera.
El disco quedó enlatado 15 años y en el 2020 Static Discos me propuso publicarlo, sentí gran entusiasmo por el tardío pero feliz aterrizaje de Seelen y así llegó Nocturnina y ahora Iterations Felidae”.
“Seelen fue parte aguas, nunca había producido música para danza y al no saber de qué manera aproximarme entendí que lo mejor sería hacerlo con la mente en blanco, sin apegarme a las estructuras tradicionales del techno y la electrónica”, explica Pomar, que al moverse a Doreem creó un escape a la pandemia, pasó casi un año sin ver a nadie, encerrada con su música y en diálogo con sus gatos, que precisamente le dieron la clave.
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