Una historia oral electrónica

Son múltiples las razones por las que no tenemos muy clara la línea de la historia de las mujeres en la música electrónica. Cuando buscamos nuestros enlaces con el pasado, sentimos una desconexión, la falta de continuidad en el registro nos hace pensar que hay una gran distancia entre las pioneras y quienes crean la escena en la actualidad.

Tampoco logramos grandes avances con la repetición de los mismos nombres, como expone Frances Morgan en su artículo 'Pioneer Spirits: New media representations of women in electronic music history', seguimos buscando a las “nuevas heroínas”. Nos sumergimos sin dudarlo en la narrativa de las pioneras o nos inclinamos hacia el presente, hablamos de falta de representación y en la repetición de los mismos nombres, olvidamos a todas las demás.

En la búsqueda del registro de las escenas electrónicas de Alemania y México protagonizadas por mujeres, mujeres trans y personas no binarias, realizamos en el conversatorio Hertzflimmern/Electro-Onda + Sonoridad un ejercicio de historia oral, para rescatar influencias y los nombres en el panorama 1953-2021. Aunque no logramos establecer una lista de nombres que podrían enlazarnos con el pasado y presente electroacústico, obtuvimos una primera lista de referencias cercanas que nos indican un camino para rastrear en retroceso.

Incluso encontramos puntos de convergencia en las décadas de los 80 y 90. La periodista Steff Torres nos compartió el panorama de renacimiento que se vivía en México con el fin de la prohibición del rock y la importancia de espacios como el bar El nueve para el desarrollo de una escena electrónica. Francizka Stüben de djversity habló de las influencias que surgieron después de la caída del muro de Berlín, la plataforma de radio que “introducía a los jóvenes a nuevas perspectivas de la música, era una estación que estaba cerca de la nueva generación, por eso era tan importante”.

La DJane mencionó entre sus influencias a Marusha, a quien se le considera mainstream, pero que al fundar un club techno en Nuremberg a finales de los 80 y establecerse a principios de los 90 como locutora de Rave Satellite en DT 64, la estación de radio juvenil de la ex RDA, logró un gran impacto en la escena.

Por su parte DJ Resom nos compartió influencias de diversas áreas y enlaces generacionales. “Electric Indigo es una de las grandes influencias para mi, como fundadora de la red female:pressure y con sus experimentos sonoros es una artista sumamente contemporánea que también trabaja con los sonidos de la vida cotidiana. También me influye mucho Nika Son, estudió con Michaela Melián en Hamburgo, que tal vez también conocen porque fue co-fundadora de F.S.K., una banda que estuvo desde los años ochenta, también experimenta mucho tratando de llenar espacios de exposición de una manera nueva, trata que el sonido esté en primer plano y se conecte con la visualización, logrando un enfoque temático muy interesante”.

De la misma manera Piaka Roela habló sobre influencias, pero enfocada en la colectividad y el desarrollo para generar conversaciones, establecer lazos y espacios de trabajo, primero desde la colectiva Sororidad. “Encontramos esos vacíos gigantescos, cuando hice mi servicio social en el CENART, en el Centro Multimedia empecé a conocer proyectos como Transitio_MX (Festival Internacional de Artes Electrónicas y Video), eran muy pocas las que se estaban relacionando con la tecnología, por ejemplo Leslie García, eso habrá sido en 2011 o 2012, desde entonces había conciertos de arte sonoro con Sarmen Almond, Verónica Mota, que ya está en Berlín, también llegué a ver a Ulalume Zavala con Casino Shangai, que se juntaron recientemente”.

Desde la perspectiva mexicana, el panorama es reciente, las colectivas que se han formado permiten un registro más claro de las mujeres en la experimentación. Piaka Roela nos compartió su experiencia en otro encuentro Alemania-México en Audition Records con la argentina Alma Laprida y el mexicano Julian Bonequi, participaron artistas de la Ciudad de México como Evangelina Maldonado, Rossana Lara, Macarena Guerrero, Gibrana Cervantes y Camille Mandoki.

Aunque buscaron trabajar en conjunto, no fue posible un desarrollo constante, Sororidad propició que la guitarrista pensara en realizar conciertos y en destacar la presencia en “el arte sonoro más allá de la música electrónica”. Con Constanza Piña, Itzel Noiz y Mabe Fratti formó Híbridas y Quimeras en el 2017 y realizaron un compilado de México para Feminoise y con para la colectiva, “nos mandaron su trabajo como 30 artistas que igual y no habríamos encontrado si no fuera por esta convocatoria”.

En este primer conversatorio la historia oral nos permitió ubicar inquietudes, pero al mismo tiempo compartir el espíritu de comunidad que despierta la música electrónica, como nos dijo DJ Resom“no tiene nada que ver con fronteras nacionales, sino con el uso de las herramientas, atrevernos a colaborar internacionalmente de otras formas”, también descubrimos que abarcar problemáticas como la perspectiva de género, la educación musical y el periodismo nos permiten coincidir, porque como nos explicó Piaka Roela“lo que nos está moviendo a todes es la colectividad, lo que estamos aprendiendo entre todes, es algo que nos motiva muchísimo”.