Empezó a aprender a tocar la guitarra con vídeos de YouTube y al entrar a la preparatoria escribió sus primeras canciones, pero fue hasta que entró a la universidad que su mejor amigo, Sebastián Castro, la invitó a llevar sus letras a un proyecto escolar que derivaría en su primer disco como Stephania Kirnbauer. Lo subieron a las plataformas para que quedara el registro y, para su sorpresa, la gente lo empezó a escuchar más allá del espacio académico, de ahí surgieron invitaciones para tocar en Monterrey, la exposición y la transición hacia este álbum, donde la experiencia personal nuevamente se hace de quienes la escuchan.
Desde el 2019 ha estado trabajando como Kirnbauer, “Algo bien” es su carta de presentación como profesional dentro de la música. Aunque los temas que la inspiran son los mismos, la forma de trabajar y el proceso han cambiado, como creadora está en un lugar distinto a A Veces La Lluvia Solo Es Agua (2018). De lo intutitivo con toque acústico y más folk pasa al concepto general con los colaboradores que pueden aportarle algo al proyecto y a sus nuevas herramientas electrónicas. También cambió un poco el sonido, la idea principal y la atracción a la nostalgia permance.
La pausa obligada que vivimos todas le permitió concentrarse en las canciones, trabajar en 25 maquetas que surgieron como un ejercicio para retar al bloqueo entre el 2020 y 2021, para después seleccionar solo ocho que tuvieran un mayor sentido a partir de la permamencia en su memoria emocional y musical. Desde la portada nos habla de la simpleza/belleza de lo cotidiano, la silla blanca y su aparencia sumamente chic es un pequeño guiño de lo que vas a encontrar en el interior, muy pop pero con un trasfondo muy íntimo.
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