Sima Cunningham y Macie Stewart partieron de la improvisación, ese era el aire fresco que percibíamos en su debut, en su segundo disco nos encontramos con espacios más controlados, pero no por eso menos ambiciosos.
Abstracciones, riffs y distorsiones inspiradas por Sonic Youth, John Zorn, Ornette Coleman, Laurie Anderson y Pauline Oliveros, la improvisación es el vehículo para crear espacios bellísimos donde no se oculten errores entre las capas de retroalimentación y ruido.
Eliminando la distorsión, nos quedan composiciones elegantes que no necesitan gritar o enfurecer para transmitir su punto de vista. Es cautivador.
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