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Frecuencias de sanación



Con más de 400 días en compañía de palabras desde el confinamiento, pensaba en una entrevista que tenía reservada y la manera de abordarla en esta columna, una imagen apareció en mi timeline y le dio sentido a todo a partir de la música y las músicas. 

Mientras el volcán de la montaña Fagradals entraba en erupción y arrojaba lava caliente después de 781 años de inactividad, Björk apareció en Instagram con un mensaje de euforia: “¡¡¡El sentido de alivio cuando la naturaleza se expresa !!!”. También incluyó una imagen de la realización del video de 'Black Lake' y la palabra “sanación”, un concepto que hemos compartido con las múltiples crisis y pérdidas del último año. 

La visión del volcán apagado la tenemos profundamente grabada en la memoria a partir de la experiencia inmersiva que acompañó al disco 'Vulnicura' en el 2019, la interpretación de la canción cumplía la catarsis, cubría las heridas y nos permitía sentirnos vulnerables y en busca de redención mientras nos movíamos a tientas en la exhibición de realidad virtual en 360º: “todo se cura a tiempo, las heridas se cubren, puede haber cicatrices pero hay una enorme capacidad en la naturaleza para crear nuevas montañas y continuar”.

 

 

No es necesario recordar de qué se estaba curando Björk con 'Vulnicura', pero ese proceso en el que las canciones son una guía para cicatrizar me recordó la manera en la que Charlotte Gainsbourg canalizó sus miedos durante diversos exámenes médicos en el disco 'IRM' (2009), al igual que Laetitia Sadier realizó una invitación a escuchar nuestro entorno en 'Silencio' (2012) con el objetivo de sanar nuestra comunicación mientras vivimos en el ruido mediático. Pero son ejemplos de la era previa a Covid-19, los materiales que hemos escuchado en el último año tienen otro objetivo, no solo reúnen el 'Sentimiento Mundial' como diría Mint Field, son los diferentes periodos de negación antes de llegar a la cura. 

Nos reímos con Little Simz en el EP 'Drop 6', el mundo privado se expandió con el deseo de encontrar la naturaleza y la belleza en 'Ignorance' de The Weather Station, de alguna manera reflexionamos sobre la dificultad y la compañía de los fantasmas en 'Haunted Painting' de Sad13, realizamos el ciclo del autodescubrimiento durante la pandemia con 'Ofrenda' de Pahua y vivimos 'The Human Experience' con Meru en la combinación de salsa, cumbia y hip-hop para definir nuestras raíces y disfrutar el presente para de alguna forma curar nuestros aspectos humanos más agrestes. 

Incluso dejamos de escuchar música para leer a la humana Patti Smith en su nuevo newsletter en Substack, nos dejamos contagiar con la nueva obsesión con los vídeo juegos de Miho Hatori y bailamos al interior con Noga Erez al ritmo de una generación que no sabe qué pasa al final del camino, pero por sobre todas las cosas gozamos el poder sanador de las frecuencias a través de un mensaje desde Alemania, proponía escuchar en blanco, sin referentes personales, pero si con muchos guiños sonoros. 



Todas estas vueltas alrededor de curas colectivas y erupciones desde el inicio tenían el objetivo de llevarte a Monika Demmler, quien presenta su doctorado en metafísica combinando el estudio de las frecuencias. El resultado es un loop de rock y sanación concebido como una experiencia sensorial, con nueve canciones en conjunto que le hablan a tu voz interior. 'LiONESS' hipnotiza con un motorik desde Berlín, nos lleva en un viaje sobre el cambio de estructuras externas e internas en el caos de la actualidad, es una conversación con esa consciencia con la que no habías tenido que platicar tanto hasta la temporada 20/21. 

Con el proyecto Stony Sugarskull nos traduce la idea de su álbum debut y las razones por las que tiene tanto sentido la sanación desde el oído: “Siempre me ha gustado y he estado rodeada de rock 'n' roll, especialmente el resultado musical de la década de 1970 fue inspirador para mí. La música con un significado detrás me habla... La música es una de las creaciones más poderosas. Al principio, hubo sonido. Y las frecuencias de sonido tienen cierto poder mágico. Como amo la música rock'n 'roll, he intentado combinar esos dos poderosos elementos”

Gran parte de lo que se ha creado o lanzado desde el 2020 tiene de por medio caos, tristeza o resiliencia, visto desde diferentes perspectivas, pero 'LiONESS' es otro tipo de animal, uno que encuentra eco en el momento adecuado “el álbum se grabó en noviembre de 2019. La filosofía detrás era que nuestro sistema se descompondría, lo que sería ruidoso y ruidoso. A partir de entonces, sigue un tiempo de tranquilidad con un nuevo comienzo, en el que valoraremos el aspecto ecológico y lo llevaremos a una síntesis/armonía significativa con el progreso tecnológico continuo y simultáneo”

En 'LiONESS' también buscó impulsar la energía femenina, su doctorado 'Biofilia y la estética del blues, el jazz y la música hip-hop en la ficción afroamericana en prosa' fue un gran punto de partida, con Gaia como “el símbolo del desarrollo de un sistema que sigue al sistema capitalista enfatizado más masculino”, una idea que de forma concreta confirma que el futuro es femenino y se sigue construyendo en esta casa en llamas donde urge sanación colectiva. 

Publicado originalmente en Indie Rocks!

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