Hace 25 años debutó Fiona Apple con Tidal, un álbum donde la cantante buscaba validarse ante las personas que la rodeaban, pero al mismo tiempo crear una narrativa sobre su futuro.
Los críticos de la época consideraron sus canciones llenas de clichés, a la distancia, al escuchar nuevamente afirmamos lo que siempre ha buscado la compositora, exponer su realidad y la de muchas mujeres.
No se trataba de las composiciones perfectas o de las pretensiones por las que incluso fue criticada, debía ser más modesta y someterse a la explotación visual o brindarnos más cortes como 'Criminal'. Se trataba de las revelaciones, una desesperada honestidad y la vulnerabilidad que nos atrapa en una marea de estilos.
Al tener el piano como guía de emociones, encontramos referencias de blues y jazz, una voz que acentúa las sombras y las zonas luminosas del ejercicio introspectivo que Fiona Apple realiza en nuestros oídos.
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