- DOSIS DE FURIA SIN PRETENSIONES
No es una criatura política, no es una rebelde seductora que carga un hacha feminista, de hecho se encuentra lejos de Courtney Love o Patti Smith (personajes con las que se le comparaba continuamente en esa época). No le interesa cambiar algo, Brody disfrutaba el mundo tanto como las múltiples capas de laca que utilizaba en su cabello: un perfecto mohawk que atravesaba circularmente su cráneo. Mientras afilaba las puntas de su cabello, Brody junto a The Distillers se colocó en medio de dos aguas, los grupos independientes defensores del DIY y la sobre exposición no solicitada que saca ronchas al resto de los grupos punk. En medio de todo eso, el grupo continuó sin problemas en el proceso de extracción de las mejores dosis de furia y ritmo que podrían salir del fondo de una botella de vodka.
- CONTRA LOS PURISTAS
The Distillers es un grupo que tuvo inmediatamente el rechazo de los puristas del punk, pero aún así logró abrir repentinamente un nuevo panorama a aquellos que durante 15 años se mantuvieron escuchando lo mismo, aunque fuera lo más nuevo del género. El grupo despertó a muchos de ese aburrimiento, demostrando que el fuego interno aún no había muerto. El grupo claramente apuntó con solo dos discos que el punk no tenía porque sonar a basura, no tenía que ser emotivo para provocar furia y, sobre todo, no debía sacrificar su capacidad lírica. La única pregunta que surgía al escuchar al grupo encontraba respuesta en el grito inicial de sus conciertos: "¿están listos para ser liberados?".
Así era el final de los 90 y principio de los 00, en el 2018, prepárense para ver como The Distillers toman la libertad del punk ante la maquinaria social para tocar correctamente. Libertad, un acorde por cada momento, golpeando al mundo con la melodía correcta. Simplemente prepárense para ser impresionados (nuevamente).
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