Recepción, respuesta y admisión. Trabajando a partir de ese conjunto surge la propuesta 50/50 para medios de comunicación. Se trata de llevar la música a audiencia y lectores, lo que implica el acceso de esos contenidos a partir de la inclusión de actos, colectivos o incluso canon o plan de estudios. No basta agregar a la agenda mediática ciertas fechas, es necesario realizar el siguiente paso en la inclusión a través de la difusión.
Para lograr espacios equitativos en festivales es necesaria la difusión y exposición, muchas audiencias no tienen acceso a obras creadas por mujeres, ya sean notadas, improvisadas o producidas, más del 80% de las menciones, programación en estaciones de radio vía aire o web, nominaciones a premios o inclusión en salones de la fama son para los hombres. Esta falta de reconocimiento crítico en la industria de la música, combinada con la escasez de mujeres galardonadas con premios y becas, enfatiza la invisibilidad de las mujeres en múltiples géneros.
Sentimos que la ausencia de mujeres es doble: están mal programadas y mal cubiertas por los medios de comunicación. Cuando la cobertura de las mujeres se produce en revistas o en línea, la tendencia a las descripciones físicas en primer plano provoca abiertamente la idea de excepcionalidad cuando una mujer destaca por su capacidad, es un distractor para la audiencia y lectores sobre la calidad del trabajo y los logros artísticos de las mujeres experimentales.
Descubrir las muchas voces de la música contemporánea y asignarles espacio es un paso importante para cerrar las brechas discursivas en las prácticas emergentes que involucran a las mujeres. Necesitamos abandonar la superficialidad de la apariencia para exponer el aliento de la autenticidad, las prácticas estéticas y lenguajes musicales sin la coexistencia de agendas jerárquicas, necesitamos enfatizar la importancia de las identidades individuales y colectivas y las voces de mujeres innovadoras y creativas que trabajan con música y sonido.
Los editores, curadores de conciertos, sellos discográficos, programadores, autores de libros de texto y periodistas musicales necesitan trascender al canon y tomar en cuenta que las mujeres, los proyectos mixtos y los actos que representan la diversidad no existen en un vacío genérico o una cuota, merecen existir históricamente al igual que los hombres. Podemos subrayar continuamente las injusticias en fechas específicas en el calendario, pero necesitamos reconocer a través de la constancia la pluralidad de experiencias de las mujeres músicas, necesitamos hacer visibles a la mujeres.
Para cambiar la agenda, los contenidos y empezar a hablar sobre ideales de inclusión en el día a día, es necesario tener en perspectiva el 50/50, llevar las mujeres al frente. ¿Le estás dando acceso a las mujeres al público? ¿Le estás dando a las mujeres una cobertura adecuada y una crítica reflexiva? ¿Estás creando espacio para mujeres? Son puntos simples para iniciar un cambio en la percepción, ser más receptivos a la cuestión involucra cambios, búsqueda e investigación para lograr que nuestra audiencia, lectores y público en general tenga presentes a las mujeres en la música.
Más que cuotas, cambia la percepción, haz visibles a las mujeres a través del equilibrio: 50/50.
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