Se suma a la evolución de los diferentes ritmos urbanos que ayudo a impulsar en la década antepasada. Las texturas cambian, también la forma de liberar las frases, más no las intenciones que se enlazan con el flamenco.
Siete años después de 'Bruja', La Mala sigue defendiendo su nombre entre la multiculturalidad, el pasado y el futuro, aprende entre golpes, perreo y esos corazoncitos que se dibujan al mismo tiempo que la seducción.
Se suma a la evolución de los diferentes ritmos urbanos que ayudo a impulsar en la década antepasada. Las texturas cambian, también la forma de liberar las frases, más no las intenciones que se enlazan con el flamenco.
Se suma a la evolución de los diferentes ritmos urbanos que ayudo a impulsar en la década antepasada. Las texturas cambian, también la forma de liberar las frases, más no las intenciones que se enlazan con el flamenco.
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