Ir al contenido principal

Kim Gordon, el mundo comercial es una tortura


Siempre ruidosa, siempre estridente. Kim Gordon a lo largo de diferentes etapas nos ha llevado a comprender la potencia del punk y la capacidad que tiene el noise para expresar no solo las frustraciones, también para llevarnos hasta ese lugar donde la disonancia no es un caos sino poesía que se escucha con el volumen al 11.

Aparentemente es su debut, pero si consideramos la cantidad de proyectos en los que ha estado involucrada, 'No Home Record' en realidad es un instante dentro de una extensa exploración electrónica y avant-garde que no siempre ha seguido la estructura tradicional de las canciones, en el caso de este material se trata de romper los esperados verso-coro-verso a través de noise, spokenword y una energía que no sabes a donde planea arrojarte.

El álbum claramente está conectado con el pasado, ese que incluye por supuesto a Sonic Youth pero que está más cercano a los experimentos que escuchamos en Free Kitten, Ciccone Youth, Body/Head y hasta las canciones que realizó en colaboraciones con Peaches, Stephen Malkmus, Yoko Ono y para el soundtrack de 'Last Days'.

Tampoco debemos perder de vista que Kim Gordon es una artista visual que descubrió un lienzo que casualmente tiene muchas sonoridades, tal como aprendimos en su libro 'Girl In a Band', todo se ha ido conectando creativamente, la música es un vehículo para llegar a la actuación, la escritura, el diseño de moda, el montaje de exposiciones y, lo más obvio, lanzar discos.

“American idea / Copyright, copyrights / Air BnB! / Air BnB!/ Air BnB! / Gonna set me free”

Sabíamos que Kim Gordon no nos decepcionaría y nos brindaría un tratamiento salvaje, 'No Home Record' une géneros dispares, las canciones se enlazan por la visión, la disonancia y la tensión, se trata de un espacio sonoro muy específico, es un material que por la densidad de los sonidos sorprende por su calidez al expresar frustraciones, insatisfacciones políticas y la imagen escalofriante de la cultura colapsándose sobre si misma.

A lo largo de ocho tracks encontramos críticas ('Air BnB', 'Earthquake'), consumismo ('Don't Play'), seducción ('Paprika Pony') y urgencias humanas ('Sketch Artist', 'Hungry Baby'), sin embargo al llegar al final del material aparece una reflexión que se siente sumamente personal. Es inevitable conectar 'Get Yr Life Back' con el final de Sonic Youth y su matrimonio con Thurston Moore (sobre todo si sufriste con el inicio 'Girl In a Band'), aunque no es precisamente el lamento por el pasado, en realidad es una invitación hacia la reconstrucción del futuro a nivel individual.

'No Home Record' es un viaje industrial extraño para quienes esperan algo cercano a las canciones más accesibles de Sonic Youth (que si las había por si lo dudaban) está lleno de experimentación y el voces que van de los susurros y jadeos a los gritos estratégicamente controlados. Es claramente Kim Gordon, inflexible en su visión artística.

Se trata de un renacimiento que ha tomado varios años de ajustes, la mudanza de Nueva York a Los Feliz, California, participar en otros proyectos y empezar a resaltar que cualquier relación con el mundo comercial es una tortura, por eso es tan apropiado el nombre del álbum y su conexión con la película 'No Home Movie' de Chantal Akerman.

Debutando o realizando la continuidad de un largo proceso creativo, Kim Gordon nos brinda ese arte que se vuelve más interesante cuando es una crítica de la cultura.




Comentarios

© 2020 Sonoridad

Designed by Open Themes & Nahuatl.mx.