Creando su propia etiqueta para definir su sonido, Fryda Magaña y Arturo Tranquilino nos introducen a su cutenoise bajo el nombre de Fryturama, un proyecto que realiza cortos viajes monones con intenciones que van del lo-fi a la psicodelia y el shoegaze.
Tras el lanzamiento de 'Transparente' y el diario jam de cuarentena que realizaron en el mes de abril, el dueto generó un disco sobre la liberación de la angustia y el miedo a partir de experimentos y jugueteos con el ruido, de ahí la mutación que permite reinventarse a través de la reverberación y el cuidado colectivo.
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