A principios de este año nos encontramos con un nuevo episodio de Feminoise, la serie de recopilaciones de sonidos con mujeres al frente que desde el 2016 estaba dando de que hablar como colectivo, proyecto de exposición y red de trabajo en América Latina. El álbum digital de México, curado por Libertad Figueroa y Piaka Roela, no solo nos mostró ampliamente lo que significa la música electrónica experimental en nuestro país, nos puso en contacto con 29 actos que siguen desarrollando espacios y propuestas, desafortunadamente fue el último instante desarrollado desde el sello Sisters Triangla.
En el mes de abril Maia Koenig decidió poner fin a Feminoise para enfocarse en su proyecto de chiptune RRayen y darle una nueva dirección a Sisters Triangla, el concepto que inició en el 2008 como blog donde compartía información sobre bandas de mujeres de todo el mundo y que no tardó en consolidarse como un archivo de texto de músicas hechas por mujeres.
En el 2016 realizó una gira por Latinoamérica y obtuvo un panorama general de la situación, había muchos proyectos pero tenían poca exposición. Empezó a plantearse qué podía hacer al respecto y así es como el blog se transformó en un sello. La primera convocatoria tuvo como resultado el compilado 'Feminoise Latinoamérica' con 60 artistas, hasta la fecha sigue siendo un referente para entender lo que sucede en el ámbito de la música experimental, también fue una gran llamada de atención hacia los promotores que no estaban considerando estos actos en sus eventos.
“No es que no existiéramos, estábamos totalmente invisibilizadas”, me comentó Maia Koenig, con quien tuve la oportunidad de platicar vía telefónica sobre Sisters Triangla, Feminoise, feminismos, feministas y sanación psicomágica que se transforma en proyectos que construyen. “Yo tenía un grupo de Facebook llamado Sisters Triangla, venía compartiendo información y también linkeando con varias de estas chicas... empecé a tener relación, a la mayoría las conozco personalmente por haber ido hasta su ciudad, haber compartido contactos, hablar por teléfono y por las redes”.
Así fue como sacaron varios discos con el sello Sisters Triangla entre 2016 y 2019, a la par Maia Koenig empezó a sumarse a directamente a grupos feministas como Autogestivas en Patagonia, a partir de ahí Feminoise se transformó en un colectivo que duró todo el año 2018 y se diluyó en abril del 2019. Aunque el proyecto concluye, la influencia queda a través del desarrollo de redes de trabajo que generan sus propios eventos y crean zonas de crecimiento con espacios seguros.
“Creo que hay mucho miedo porque en la sociedad no se acepta a las mujeres si no tienen algún estudio o algún máster en el arte que se quieran dedicar, creo que a la vez no hay un apoyo social, al salir a tocar y a hacer un concierto te encontrás con muchísimas negativas. Esto quiere decir que te encontrás con técnicos de sonido que te tratan como estúpida, te encontrás con organizadores que en realidad lo único que quieren es follarte y que solamente por eso te están convocando. Te encontrás con con faltas de respeto constantes, por eso también decidimos hacer fechas, era algo muy importante para las que empezaban a tocar, tratábamos de tener siempre a alguien que te tocaba por primera vez... muchísimas de las chicas que están tocando ahora, tocaron por primera vez en algún Feminoise”.
- COLECTIVO DE COLECTIVOS
Al igual que sucede en muchos colectivos, no tardaron en darse cuenta que los espacios no eran suficientes, que se debían crear estrategias y talleres para enfrentar diversas problemáticas, brindar conocimientos técnicos y desarrollar planes para lograr que el trabajo siempre fuera remunerado.
“Estábamos trabajando en redes. O sea no solamente una red dentro del colectivo sino como una red afuera del colectivo con otros colectivos, cómo por ejemplo Híbridas y Quimeras, Cyborgrrrls, Feminatronic, Red de Mujeres en el Sonido y Vivas nos queremos, incluso había chicas que estaban en varios colectivos y se enlazaban a través de acciones sonoras, no había una competencia dentro del colectivo, sino que era ir viendo y resolviendo las posibilidades y aunarnos. Siempre eso estaba como a disposición de la buena onda”.
A unos meses de la disolución de Feminoise, Maia Koenig considera que el colectivo cumplió los objetivos que estaban pactados desde el inicio, sin embargo no fue posible lograr acuerdos para que 500 personas lograran ponerse de acuerdo, eran pocas las que trabajaban y el 90 por ciento del trabajo recaía sobre Koenig, “la verdad creo que también se terminó por cansancio de mi parte, yo quise que terminara... yo no podía seguir viviendo en las condiciones que estaba viviendo dentro del colectivo... Ahí ya había un problema bastante grande del cual tuve que separarme y decir bueno, ahí se termina, si quieren continuar, los contactos están. La red ya está hecha. El trabajo en sí se cumplió".
El gran logro de Feminoise fue unir actos en cada ciudad y fomentar el desarrollo de grupos autónomos en cada comunidad. La creación de una red sonora para quienes realizaban proyectos similares, los contactos y los eventos definitivamente fortalecieron Feminoise, “para mí dejó de ser un colectivo para transformarse en un movimiento, fue realmente como una movilización de raíz desde la Tierra, pero también fue necesario decir basta. En el momento justo también”.
“Yo creo que hubo un antes y un después de Feminoise en Latinoamérica, más allá de que hayan seguido o no. El 90 por ciento se impulsó muchísimo, todos esos logros me parece están bien, después cada una puede tomar su camino y ahí desarrollar su proyecto. A mí me parece como algo sano... Creo que se cumplieron estos objetivos de generar realmente una red, que haya muchísimas más chicas que toquen música experimental, que cada vez se armen más colectivos a partir de éste, el impulso fue y sigue siendo importantísimo, que una chica en un pueblito de Argentina descubra que alguien hace algo muy similar en Puebla, por ejemplo, esas conexiones sonoras fueron increíbles”.
- DESPUÉS DE FEMINOISE
Las razones por las que Feminoise llegó a su fin son diversas, sin embargo es el punto de partida de muchos proyectos, entre ellos los de Maia Koenig. Sigue manejando Sisters Triangla y, después de descansar un rato de todo lo que implicó el colectivo, ya está lista para trabajar en una recopilación sobre chiptune, nuevamente trabajando con mujeres, pero ahora con otra perspectiva, si al principio buscaba romper estructuras, hoy se trata de sanar y construir.
“Yo lo sigo manejando, lo volví a retomar hace unos días. Me parece que tiene que seguir porque es mi proyecto desde hace muchísimos años, yo empecé a tocar cuando tenía 16 años, armando una banda de chicas, esto es algo innato, me sale de la sangre muchísimo antes de Feminoise, muchísimo antes de mi viaje por Latinoamérica, está bueno que siga desde otro lugar, que no se haya perdido, que continúe, pero de otras formas”.
Maia Koenig está muy enfocada en su proyecto personal, así seguirá fluyendo Sisters Triangla, además del compilado de música de chiptune de mujeres, continuará realizando recomendaciones desde sus redes, aunque por el momento su proyecto RRayen será la prioridad, actualmente trabaja con un Atari pero ya está buscando una Commodore para crear nuevos sonidos, inmediatamente sentimos curiosidad al respecto, porque sus actuaciones con Game Boy se caracterizan por ser a nivel de piso y entre el público.
“Bueno la verdad que los últimos recitales estuve haciendo una performance bastante fuerte, creo que ya me estoy dedicando más no solamente a lo que es la electrónica, sino como hablar con otros lenguajes más corporales, más psicomágicos. Trato de que cada performance sea sobre sanación, no solamente para mí, sino también para las personas que lo viven, para el lugar en donde me encuentro. Por eso lo pienso, lo armo y lo voy sintiendo, hay muchísima improvisación y a la vez muchísimo de estar muy consciente para ver qué hilos hay que mover”.
Durante la entrevista, Maia Koenig habló continuamente de sanación, por lo que fue inevitable platicar sobre el significado de los colectivos y la reunión de mujeres como una clara manifestación política, sobre todo después de la disolución de Feminoise, con voz serena comentó que ya está “más allá de levantar la bandera, hay que ser muy conscientes de la sanación interna, eso es lo único que va a poder trascender más allá del movimiento. Lo que quiero decir es que es fácil levantar una bandera, actuar, encontrar estrategias... Creo que ahí hay un montón de temas de conciencia que tienen que ver con laburar lo interno. Esa es la única forma de que se siga sosteniendo energéticamente el colectivo feminista, los colectivos feministas, el feminismo en general y que no caiga en una guerra”.
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