Ziburta, el alter ego que hablaba y cantaba a través del cabaret, folk y jazz, inició una transición que concluirá en la primavera de este 2020 con el lanzamiento de 'El fin', el EP que Deby Medrez Pier estuvo construyendo bajo una nube de obsesiones, un largo año de trabajo y múltiples capas de sonidos.
La realidad es que es el mismo proyecto, pero la cante sintió una disociación entre ambos nombres y decidió quedarse con el que se identifica más. “Fue algo como totalmente emocional, sentí que era otra persona en el escenario, sentí que era otra persona y la verdad tengo que ser yo siempre. No otra cosa. Había decidido originalmente que Ziburta fuera un alter ego o algo así, y luego decidí que no, tengo que ser yo siempre, en cualquier lugar que vaya”.
El nombre en arameo Ziburta no es que haya cambiado la personalidad, su significado sigue siendo Deborah, pero deja de ser un personaje en cuanto Deby busca moldear su propia música a partir de la realidad, empieza a crear otro tipo de letras, “otros retratos y presencia en el escenario” a partir de sus influencias y la creación de un nicho a partir del jazz, el folk y la música clásica.
Aunque originalmente no sabía que se iba a dedicar a la música, Deby Medrez Pier ya hacía canciones, cuando llegó a México decidió darle una oportunidad a esto después de estudiar literatura, trabajar como periodista y guionista, estaba buscándose en la vida, todo le gustaba y en algún momento notó que si no hacía esto, ¿cuándo?
Solo tenía la oportunidad de producir cuatro canciones y así surgió 'El fin'. “Fue muy difícil seleccionarlas, fueron escogidas muy detalladamente. Representa mucho las transiciones, porque uno está pasando por muchas cosas siempre y de repente tienes que decidir y comprometerte a ciertas cosas y eso define la identidad de uno”.
La primera canción del EP 'El fin' la realizó en el 2013, eran canciones viejas, originalmente en inglés, pero buscó realizarlas en español. “Yo estaba pasando por un momento difícil en mi vida, estaba sola en mi departamento, estaba deprimida y salieron en una misma semana, tocaba la guitarra y salieron dos canciones entre ellas 'El fin' y 'Señor Sol'”.
El disco en general son confesiones, “como desnudarme un poco”, me explicó en entrevista vía telefónica. Decidió hablar de su corazón roto, el alcoholismo y problemas psiquiátricos, pero con humor y con un tono histriónico, “así logras englobar todo lo malo en una obra de arte”.
Realizó el EP con el productor Rodrigo Báez, fue un proceso muy largo porque se concentraron mucho en los detalles, “las canciones acabaron teniendo como 120 canales, es una locura. Entonces fue mucha experimentación, probar cosas, fue un momento muy especial en mi vida, eventualmente se nos acabó el dinero y ahí entró Warner para ayudarnos a financiar esto”.
Imagínate estar un año en un estudio produciendo cuatro tracks todos los días, es muchísimo tiempo, se volvió algo tan obsesivo, necesitaban unas percusiones raras y tomaban unos cerillos para lograr lo que quería, luego apareció un pollo de plástico de esos que venden en la calle, pero así mismo metieron violines, saxofones, “fue algo excesivo y al mismo tiempo decidimos tener un sonido lo-fi, sucio pero elaborado. Fue increíble trabajar con tantos sonidos al mismo tiempo. Fue un relajo, se volvió tan obsesivo que no se acababa, en algún momento tuve que poner un alto, no hubo mucho orden, mucha estructura, fue un desmadre”.
“Ya había hecho los arreglos de las canciones, ya sabía en mi cabeza como quería que sonaran, empieza como todo, con una maqueta y la vas revistiendo. Por ejemplo empecé con 'El fin', que me encanta porque fue el principio de todo, irónico, solo la toqué y la grabamos, empieza como algo chistoso y lindo, pero se vuelve algo sumamente dramático, es una canción progresiva, es como un torrente de pensamientos. El arreglo lo hicimos en un día y revestirla me tomó un año”.
'Señor Sol' tomó más tiempo, es de las canciones más viejitas. La de 'Dr. Cruz' fue pura imaginación, “disparates, pero si trabajamos mucho con la estructura de la canción para ambientar cada parte de la historia, si el doctor tiene ciertos sonidos, el lado de la paciente es puro caos, quería entrar por cada lado para representar a los personajes”.
La visión de 'El fin' es bastante fatalista, es sobre el fin del mundo, pero es un humor negro. “Si siento que estamos en un momento rarísimo, de cambios rápidos en los que no sabemos nunca que va a pasar, nuestra vida está excesivamente sujeta al cambio. No es que tenga miedo, pero si creo que necesitamos estar preparados y al mismo tiempo disfrutar el momento. Para mí es un tipo de profecía y en esa canción así es como me proyecto, como una profeta. Cuando todo puede acabar, hay que dar lo mejor que tenemos en todo momento”.
“Somos de una generación en la que no hay de donde agarrarse, antes existían más cosas, incluso instituciones, ahora solo te queda más que agarrarte de ti misma. La canción de 'Dr. Cruz' por eso habla de problemas psiquíatricos, porque cada vez tenemos más problemas, más consciencia del ser, pero es muy extrema la consciencia individual, está un poco sobrevaluada. Tiene que ver con la tecnología, expresar todo el tiempo quién eres a través de un perfil y hacer declaraciones de principios es un exceso. Creo que ésta generación podrá salir adelante cuando logré conectarse con lo que la rodea y no estar tan dentro de si mismos”.
El EP en general tiene algo de cabaret y algo de folk, cada canción tiene una identidad, es un combate a lo efímero, se trata de dedicarle su tiempo a cada una y darles su espacio a lo largo de los meses, lo que empezó en el mes de noviembre llegará a su fin con el lanzamiento del material como un conjunto, cuatro canciones que Deby Medrez Pier ya ha mostrado en algunas presentaciones en vivo al iniciar el 2020.
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