Deap Vally se dejó llevar hasta el terreno que ha dominado Flaming Lips en la última década, nos brindan pequeños riffs como destellos de eso que nos enganchó en 'Sistrionix' (2013) y 'Femejism' (2016), pero también nos sumergen en las armonías y la densidad de los últimos experimentos de Coyne y Steven Drozd.
La unión no es tan divertida como la imaginábamos, por momentos en muy densa, por lo que recomendamos cambiar inmediatamente la perspectiva y abordar el disco como un viaje para noches profundas con rock y pasajes electrónicos, olviden que 'Motherfuckers Got to Go' es demasiado 'The Yeah Yeah Yeah Song (With All Your Power)' y disfruten mucho 'Not a Natural Man'.
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