"Si Andy Warhol creó su Velvet Underground, yo me voy a encargar de modelar mi banda, Zuloak, y de la misma manera, cuidando los detalles estéticos, la dirección musical, etcétera", prácticamente así inicia el proyecto de Arrate Rodríguez, que da pie a una película de múltiples capas, entre ellas la ficción sobre una banda formada íntegramente por mujeres, concebida por Fermín Muguruza, y un documental para mostrar una escena y reivindicar la aportación de múltiples artistas del País Vasco.
Zuloak, como documental, recorre el proceso de formación e integración de una banda, una historia de ficción que trasciende hacia la realidad, con espectadores, músicos y críticos participando en el montaje para llevar a Zuloak, el grupo, a los escenarios dentro y fuera de cámara. De esa manera el músico y director Fermín Muguruza involucró en el proyecto a más de 500 personas para lograr que la película fuera una puesta en escena que “acaba construyendo una verdad”.
Lo que Arrate Rodríguez registra con una videocámara, desde castings y ensayos hasta discusiones sobre conceptos como feminismo, riot grrrl y la idea de ser músico, se transforma en un panorama real de las mujeres que adoptan el euskera en sus composiciones, para llevarnos hacia un proyecto colectivo, producido en secreto para darle mayor realismo, cuyo mayor objetivo es rendir tributo a la escena musical del País Vasco sin tener que mostrarnos a grandes rasgos todas las bandas y sonidos que la conforman.
De esa forma se construye Zuloak, con discusiones, deserciones y embarazos, con Tania De Sousa, Izaskun Muruaga, Ainhoa Unzueta, Naiara Goikoetxea y Ursula Strong volviendo a un pasado que no existe pero que sale de la pantalla para continuar con vida como lo han hecho Los Gatos Persas, Blues Brothers y Spinal Tap, actuaciones reales de la formación falsa, que solamente durante un año permanecerá como algo auténtico, pero con un último secreto: la identidad de la artista que concibió el repertorio de la banda.
Posiblemente las múltiples conversaciones de las integrantes sobre la estética riot grrrl aportan poco, sin embargo en el marco del documental, Zuloak logra aparecer como una amalgama de las mejores bandas que han existido en el género, pero también cabe la idea de que es una de las bandas más excitantes que nunca existió y que encontró vida después de una película, pero eso sólo descubre fuera de la pantalla, cuando surgen las explicaciones sobre cada una de las integrantes, las apariciones de los diversos músicos que se prestaron a su creación y que vemos en la película visitando el camerino para dar su apoyo. Aunque a verdad apoya la ficción para contar más historias, no se puede dejar de lado el momento en que la ficción hace mella en el plano real, un ejemplo son las imágenes libres de montaje de las protestas cuando se clausuró uno de los foros más importantes para los músicos vascos y que se vuelven un momento importante, pero sin explicaciones, en la película.
Zuloak se trata de una película mediática, que involucra la estética del reality show, el paso de los rumores y la creación de un pasado a través de redes sociales, la reunión de fondos y el relleno de agujeros (el verdadero significado del nombre de la banda) en la historia, para lograr que la delgada línea que separa la realidad y la ficción sea tan difusa como lo es en la actualidad. Con el paso de los minutos queda claro lo que es mentira y lo que se hace real, como la energía sobre el escenario, que al tener fecha de caducidad causa mayor expectación con cada actuación.
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