La gran mayoría de esas mujeres en un principio perteneció a un grupo enteramente femenino, pero posteriormente buscaron forjar un estilo propio, que les permitiera sobrevivir a la competencia en un medio que era absolutamente dominado por hombres y donde no fueran admiradas solamente por sus excelentes voces o por sus coreografías simples. De todas aquellas que lo intentaron, solo unas pocas hasta la fecha son consideradas como las precursoras de las agrupaciones y vocalistas actuales.
Antes del rock and roll
Willie Mae "Big Mama" Thornton solamente tuvo un gran éxito en toda su vida, pero sin duda fue un corte colosal. ‘Hound Dog’ la llevó a la cima de las listas de popularidad de rhythm & blues en 1953, sin embargo la canción es mayormente atribuida a Elvis Presley, quien la convirtió en un cover aún mucho más exitoso en 1956, enviando inmediatamente a Thornton al olvido.
Desde 1951 “Big Mama” Thornton comenzó una carrera como solista, después de haber participado en varios grupos de blues, más nada de lo que hizo antes y después de ‘Hound Dog’ logró llevarla a la fama. A finales de la década de los 60 trató de revivir su carrera con la reedición del sencillo ‘Ball and Chain’ y con el lanzamiento de dos discos, pero jamás logró recuperar el éxito inicial.
Otra de las grandes mujeres que logró triunfar en este medio fue Etta James, quien también destacó en los géneros del R&B y el Doo Wop a mediados de la década de los 50, el soul a finales de los 60 y el jazz en las últimas dos décadas. Jamesetta Hawkins, nombre real de Etta James, fue un prodigio vocal desde pequeña, pero fue hasta la edad de 14 años cuando tuvo su primera oportunidad profesional al unirse al grupo The Peaches, del que se separó posteriormente para iniciar una exitosa carrera como solista, que le permitió entrar al Blues Hall of Fame en el 2001.
Más que ninguna otra cantante, Aretha Franklin se ha convertido en una de las grandes interpretes de la música soul, y por consecuencia de la música popular norteamericana. Desde sus primeros éxitos en la década de los 60 (‘Respect’’, ‘Chain of Fools’, ‘I Say a Little Prayer’, ‘Think’, etc.), Franklin obtuvo el sobrenombre de la “dama del soul”, el cual hasta la fecha sigue utilizando.
Las raíces de Franklin se basan en el gospel, género en el que incursionó desde muy pequeña y que ejerció profesionalmente hasta su adolescencia.
En la primera mitad de la década de los 60 obtuvo algunos éxitos de rhythm & blues, pero no logró convertirse en una estrella gracias a eso. Franklin tuvo la capacidad de mantenerse en la cúspide al hacerse de un ecléctico material, que se basaba en el gospel, blues, pop, soul y algunos covers de rock, gracias a esa combinación la cantante es considerada desde finales de los 60 como un símbolo de la comunidad afroamericana en Estados Unidos.
La ola inglesa
La cantante más exitosa de toda la historia del Reino Unido fue y sigue siendo Petula Clark, quien inició su carrera a los siete años en diversos programas de radio y televisión británicos. Liderando la “invasión inglesa” en el apartado femenino, Clark logró penetrar en el mercado estadounidense gracias a su canción ‘Downtown’, a la que posteriormente se sumaron ‘I Know a Place’ y ‘My Love’, que también estuvieron en los primeros lugares de las listas de popularidad.
En los últimos años Clark se ha enfocado en realizar conciertos alrededor del mundo, además de estelarizar algunas películas y obras de teatro, entre las que destacan el musical ‘Someone Like You’ y ‘Blood Brothers’, que fue su debut en Broadway. En 1988 su trayectoria como cantante volvió a la cúspide gracias al remix al estilo acid-house de su canción ‘Downtown’, que fue un gran éxito en el Reino Unido, un honor más para la vocalista que más Discos de Oro ha obtenido en toda su trayectoria.
A diferencia de sus contemporáneas de la “invasión inglesa”, Marianne Faithfull fue mucho más exitosa en Inglaterra que en Estados Unidos. Sin embargo pocas cantantes han logrado reinventarse exitosamente a sí mismas tanto como Faithfull, quien inició su carrera gracias al manager de los Rolling Stones, Andrew Loog Oldham, en 1964.
Aunque su fama en los 60 se debió más a su belleza y a su largo romance con Mick Jagger, Faithfull alcanzó el éxito desde su canción ‘As Tears Go By’ (compuesta por Jagger y Keith Richards), gracias a su frágil voz enfrentada a tremendos arreglos orquestales. Marianne Faithfull comenzó a componer sus propias canciones hasta los 70, convirtiéndose en una cantante mucho más exitosa que aquellas que la opacaron en sus inicios y que ha logrado continuar con su trayectoria hasta los 90, con lanzamientos esporádicos, pero que siempre prometen mostrar algo vanguardista e interesante.
Otra gran diva británica es Dusty Springfield, quien es considerada una de las mejores cantantes blancas de soul de todos los tiempos, pasando en su trayectoria por el pop, rhythm & blues, folk y hasta la música disco. Su carrera inició con el trío Lana Sisters y posteriormente formó con su hermano Dion y su amigo Tim Feild el trío Springfields, donde Mary O'Brien adoptó el nombre de Dusty Springfield.
El grupo realizó algunos conciertos en Estados Unidos, donde Dusty fue profundamente impactada por el naciente sonido Motown y los grupos femeninos, por lo que decidió iniciar una carrera como solista. Su primer sencillo fue ‘I Only Want to Be with You’, canción a la que siguieron éxitos como ‘Wishin' and Hopin' y ’Anyone Who Had a Heart’. Sin embargo su carrera fue en declive a finales de los 60, en parte por la corriente de cantantes y compositoras que lideraban el verano del amor.
La primera generación de compositoras
Una de las más complejas cantantes es sin duda Joan Baez, quien ha logrado influir en múltiples aspectos de la música popular después de casi 40 años. Su trayectoria inició desde la década de los 50, con una inmediata orientación hacia el folk y pop enfocado en diferentes causas políticas. La reputación de Baez nació en el Festival de Folk de Newport en 1959, evento que le permitió grabar su primer álbum homónimo un año después y que fue seguido por ‘Joan Baez, Vol. 2’.
De 1962 a 1964, Baez fue la máxima representante de la música folk, encabezando tanto giras y festivales como eventos políticos. Durante este periodo se unió a Bob Dylan, y gradualmente su repertorio dejó sus raíces tradicionales para obtener una mayor conciencia social. Fue hasta la década de los 70 cuando empezó a escribir sus propias canciones con una orientación hacia el pop/rock, tendencia con la que continuó hasta mediados de los 90, casi 40 años después de haber iniciado su carrera.
Aunque es considerada la más grande cantante de rock de los 60, Janis Joplin también mostró sus grandes atributos histriónicos y líricos en el blues. Primero como vocalista del grupo psicodélico Big Brother & the Holding Company, y posteriormente como solista ya a finales de esa década. Joplin sin duda ayudo a definir el papel de las mujeres en el rock, gracias a su sexualidad, personalidad e imponente presencia en el escenario.
En un principio Joplin no era la voz principal de Big Brother & the Holding Company, pero gracias a ella el grupo saltó a la fama en el Monterey Pop Festival de 1967, debido a su increíble versión de ‘Ball and Chain’. Joplin abandonó el grupo un año después para iniciar una carrera como solista. Su primer álbum fue ‘I Got Dem Ol' Kozmic Blues Again Mama!’, seguido por ‘Pearl’, disco en el que trabajó un poco antes de morir por una sobredosis de heroína en 1970. La producción vio la luz hasta 1971 y se convirtió en un éxito póstumo gracias a canciones como ‘Cry Baby’ y ‘Me and Bobby McGee’.
A finales de la década de los 60 surgió otra gran cantante y compositora, que también prolongó su influencia hasta la actualidad: Roberta Joan Anderson, mejor conocida como Joni Mitchell, quien logró el reconocimiento gracias a su mezcla de folk, pop, world music y hasta el jazz.
Su fama nació después de una serie de presentaciones en Nueva York, que le permitieron grabar su primer álbum titulado ‘Joni Mitchell’, que le brindo una gran cantidad de seguidores, además de excelentes críticas de la prensa y otros músicos. Pero a principios de los 70 Mitchell decidió alejarse un poco del folk, para sumergirse en el jazz y el rock, mezcla con la que continuó exitosamente hasta mediados de los 80 y parte de los 90.
Gracias a esta serie de mujeres se incrementó el porcentaje de cantantes, compositoras y bandas femeninas que decidieron incursionar en el rock y sus diferentes vertientes, sin embargo en la década posterior la tendencia ya no estuvo marcada por el folk, soul y R&B, sino que las siguientes generaciones prefirieron inclinarse más hacia géneros como el punk y new wave, creando una nueva base de mujeres dignas de culto.
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