El dueto —con tres discos producto de esa colaboración— ha logrado doblar las expectativas de los géneros que anteriormente había en sus cabezas. Mientras en Belle & Sebastian, Campbell se mantenía a la sombra de Stuart Murdoch, con Lanegan ha tomado las riendas de los tres discos como principal compositora, productora y arreglista. Lanegan, que previamente tenía el control de Screaming Trees, su proyecto solista y salía a su antojo en Queens Of The Stone Age, con Campbell toma en apariencia un papel pasivo para destacar con su voz extremadamente grave.
En Hawk, ese intercambio de roles se convierte en una constante tensión vocal, por un lado Lanegan parece un gruñido abrasivo y por el otro Campbell susurra hipnotizando, en conjunto los tracks adquieren un ambiente que te lleva al límite y te obliga a flotar debajo de tesituras graves-agudas con una intensión tomada directamente del blues, country y folk.
Campbell y Lanegan tuvieron esos tres géneros en mente al crear Hawk, pero al darle un giro atmosférico y etéreo a sus canciones surge la neblina y la humedad, se cuelgan de cada palabra y succionan cualquier época del año y te depositan directamente en un otoño languideciendo en invierno.
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