iTunes está cargado de aplicaciones de música, pero son del tipo que un desarrollador móvil o un artista interesante como el desarrollador del proyecto crearía. Muchos artistas tienen iPads, y cada vez más los utilizan para crear su música, eso, naturalmente, hace pensar en qué más se puede hacer con ellas. Múltiples artistas, incluyendo Swedish House Mafia y Damon Albarn, ya han experimentado con el medio, sin embargo fue la brillante creatividad de Björk la que realmente atrajo la atención del público al prometer que a finales de éste año lanzaría una serie de apps, cada una relacionada con uno de los 10 tracks de su nuevo álbum.
El proyecto no sólo involucra todas las canciones de Biophilia, también profundizará enormemente en un proyecto más grande “que abarcará música, aplicaciones, Internet, instalaciones y conciertos”. Lo poco que sabemos de Biophilia es que “cada app tiene su propio tema (en conexión con la canción correspondiente) y combina elementos naturales con una función de musicología. Las capas de contenido en cada aplicación incluyen un juego interactivo basado en el tema científico y musical de cada corte, una animación musical de la canción, un score animado, letras y un ensayo académico”
La noticia de que Björk está planeando una aplicación móvil en torno a cada canción de su próximo álbum me recuerda el hecho de que, por alguna extraña razón, no tenemos múltiples ejemplos de aplicaciones móviles como extensiones mejoradas del disco que cuenten con música acompañada en medios activos relacionados. Aunque es el proyecto de arte de Björk, es un enorme paso hacia el álbum en forma de aplicación y el primer indicador de que muchos actos se olvidarán de grabar un álbum y poner la música en línea para descarga.
Realmente las disqueras sólo han podido imaginar que un álbum digital es un manojo de canciones con PDFs incrustados para crear un EPK (Electronic Press Kit), pero han olvidado que la interacción inmediata es un elemento que debe incluir cada lanzamiento en la actualidad. Las apps sirven como ejemplos bien diseñados de las posibilidades que las tablets, smartphones y cualquier artilugio que venga en el futuro podrán ofrecer como elementos de entretenimiento. Para el músico electrónico más exigente, el futuro tiene que ver con las aplicaciones.
La noticia de que Björk está planeando una aplicación móvil en torno a cada canción de su próximo álbum me recuerda el hecho de que, por alguna extraña razón, no tenemos múltiples ejemplos de aplicaciones móviles como extensiones mejoradas del disco que cuenten con música acompañada en medios activos relacionados. Aunque es el proyecto de arte de Björk, es un enorme paso hacia el álbum en forma de aplicación y el primer indicador de que muchos actos se olvidarán de grabar un álbum y poner la música en línea para descarga.
Realmente las disqueras sólo han podido imaginar que un álbum digital es un manojo de canciones con PDFs incrustados para crear un EPK (Electronic Press Kit), pero han olvidado que la interacción inmediata es un elemento que debe incluir cada lanzamiento en la actualidad. Las apps sirven como ejemplos bien diseñados de las posibilidades que las tablets, smartphones y cualquier artilugio que venga en el futuro podrán ofrecer como elementos de entretenimiento. Para el músico electrónico más exigente, el futuro tiene que ver con las aplicaciones.
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