Best Coast - Fade Away

La evolución gradual de Best Coast ha sido testigo constante de Bethany Cosentino como un talento devotamente independiente. Como muchos actos en años recientes, Cosentino hizo algunas canciones, las puso en Internet y aquí estamos tres años después hablando de un nuevo conjunto de canciones y una nueva meta en la agenda D.I.Y con el lanzamiento del EP Fade Away a través de su propio sello Jewel City.

A diferencia de otros grupos, Best Coast es sobre constantes y cambios casi perceptibles. La primera, además de la idea de que todo en el mundo está ya al alcance de todos, es Wally Gagel, quien también produjo su EP para iTunes en el 2011 y que logró que Bethany Cosentino y Bobb Bruno emergieran una vez más de la semi-oscuridad indie al crecimiento en el pop como una forma de arte donde la costa californiana se convierte en el concepto, que desde la portada revela visualmente una atmósfera con una espesa carga emocional.

Mientras en Crazy For You (2010) aprendimos cuánto ama Bethany Cosentino a su gato y en The Only Place (2012) escuchamos el paso de una relación de la alegría al dolor, en Fade Away no hay gran cambio. Best Coast es consistente en ideas y sonidos, el nuevo EP parece la continuación de ambos conceptos, se trata de una serie de momentos que la vocalista no sabe como enfrentar o que explotan con incontenible alegría. Por ejemplo en I Don’t Know How lo complicado es como “decir te amo” (definitivamente una difícil), en This Lonely Morning se trata de caminar en línea recta ante la persona que debería quedarse pero se va, I Wanna Know es sobre la incertidumbre que causa despedirse y en Who Have I Become, Fear of My Identity y Fade Away las diversas versiones de uno mismo a lo largo del tiempo.

Parece no haber grandes cambios, pero en comparación con sus anteriores discos y sencillos, donde la parte central era sobre una chica que solo quiere un chico, Cosentino y Bruno exploran como ha cambiado ese sitio que promete ser la mejor costa inmersa en una ligera sensación retro, inspirada en gran medida por Mazzy Star, Patsy Cline y My Bloody Valentine.

A grandes rasgos, el álbum como un conjunto, es bastante inocente y simple, pero muy contagioso. A lo largo de siete canciones Best Coast aborda las mismas ideas, desde diferentes posturas pero con la solidez de ese estilo que ha desarrollado en pocos años: letras sencillas, instrumentación basada en el gancho pop que provoca que después de unos diez segundos de escuchar cada canción sea imposible no cantar junto a Bethany Cosentino.

El dueto tiene bien armado su sonido, Best Coast no es uno de esos proyectos a los que exiges evolución y nuevos retos sonoros, al contrario, disfrutas que sigan encontrando nuevas historias en su zona de confort enmarcada por el surf pop, garage rock, lo-fi y la estructura básica de las bandas de chicas de la década de los 60, de esa forma cada canción tiene a su favor el contagio instantáneo.